Referencias técnicas
Líquidos de frenos.
El líquido de frenos es el elemento que transmite la fuerza ejercida por el conductor sobre el pedal a través del circuito hidráulico hasta los dispositivos de frenado. Para garantizar un funcionamiento seguro y eficaz del sistema debe cumplir ciertos requisitos:
Propiedades del líquido de frenos
- Elevada estabilidad química: debe tener una viscosidad adecuada para garantizar la
del circuito y mantenerla estable en todo el rango de presiones y temperaturas que puede alcanzar durante el frenado, conservando sus características especialmente a altas temperaturas.
- Punto de ebullición alto: el punto de ebullición define la temperatura a la que el líquido pasa a estado gaseoso. Si el líquido llegara a hervir durante la frenada se transformaría en gas compresible, modificando el trabajo del sistema de frenos. El punto de ebullición debe ser lo más elevado posible para garantizar la transmisión de fuerza de modo proporcional y continuo, especialmente en largas frenadas.
- Capacidad de lubricación: para evitar el desgaste de los elementos móviles.
- Propiedades anticorrosivas: debe ser compatible con los
y metales que componen los elementos del circuito con los que está constantemente en contacto. De no ser así, los materiales sufrirían corrosión y se descompondrían provocando daños en el circuito. Los aditivos añadidos al fluido garantizan este requisito.
- Mínima absorción de humedad: al absorber la humedad ambiental, las partículas de agua se mezclan con las del líquido de frenos, provocando la corrosión de los elementos metálicos del circuito con los que está en contacto y reduciendo el punto de ebullición del fluido, pudiendo bajar hasta los 100 ºC. Cuanto mayor sea la resistencia a la absorción de humedad, menor será la degradación del fluido por este efecto, manteniendo estable el punto de ebullición por más tiempo.
Clasificación
Según normativa DOT
En la actualidad, la norma más empleada para la clasificación del líquido de frenos es la establecida por el Departamento de Transporte Americano (DOT) que se rige por los resultados obtenidos de los siguientes ensayos:
- Punto de ebullición seco: es el valor máximo del punto de ebullición del fluido. Se obtiene antes de utilizar el líquido por primera vez debido a que la mayoría son líquidos altamente
y absorben la humedad del ambiente. Como se ha explicado anteriormente, la absorción de las partículas de agua degrada el fluido reduciendo su punto de ebullición, por lo cual se analiza su comportamiento cuando es "nuevo".
- Punto de ebullición húmedo: es el valor mínimo de punto de ebullición, se realiza aportando al fluido un 3,5 % de humedad. Debe ser suficientemente alto para aportar unas garantías mínimas de seguridad y durabilidad.
- Viscosidad: este ensayo se lleva a cabo con temperaturas de -40 ºC, debiendo mostrar el fluido una viscosidad estable y no llegar a congelarse.
En base a los resultados obtenidos en dichos ensayos se distinguen cuatro tipos: DOT 3, DOT 4, DOT 5 y DOT 5.1.
Ensayo |
DOT 3
|
DOT 4
|
DOT 5
|
DOT 5.1
|
Punto de ebullición seco, en °C |
205 |
230 |
260 |
285 |
Punto de ebullición húmedo, en °C |
140 |
155 |
- |
160 |
Viscosidad a -40°C, en mm²/s |
1.500 |
1.800 |
900 |
900 |
Resultados de los ensayos según norma DOT
Centistokes o cS o cSt.: El stokes (símbolo: St) es la unidad de viscosidad cinemática en el Sistema Cegesimal de Unidades. Se le asignó este nombre en honor a George Gabriel Stokes. Algunas veces es expresado en términos de centistokes (cSt).
1 mm²/s = 1 Centistokes [cSt]
Con la estandarización de los sistemas de ABS y de control de estabilidad del vehículo, se utilizan fluidos con una viscosidad más baja. Dichos sistemas exigen cambios de presiones en fracciones de segundo, por consiguiente cuanto menor sea la viscosidad del líquido, más rápido responderá el sistema a dichos cambios. Para ello, el fluido más indicado es el DOT 5.1, aunque actualmente se fabrican variantes de baja viscosidad del DOT 4 por su mayor implantación en el mercado.
Según su composición
También pueden distinguirse en función del elemento base que compone el líquido de frenos, pudiendo agruparse en tres tipos: éteres de glicol, aceites minerales y de silicona.
- Líquido de éteres de glicol: son los más empleados en los automóviles y sus designaciones son DOT 3, DOT 4 y DOT 5.1. Se caracterizan por ser de color ámbar y están compuestos por diferentes formulaciones. Pueden mezclarse entre sí aunque no son compatibles con líquidos formulados a base de aceites minerales o silicona. Son higroscópicos (absorben humedad), por lo que su punto de ebullición va menguando con el tiempo y se recomienda su sustitución cada 2 años o 60.000 km, pudiendo variar según lo determinado por el fabricante. Debido a su composición química atacan a los esmaltes y pinturas, por lo que se deben extremar las precauciones durante su manipulación, evitando salpicaduras en los vehículos.
- Líquido de silicona: son líquidos de alta calidad formulados con base de silicona y su designación es DOT 5. No son higroscópicos, por lo que no es necesaria su sustitución. Se pueden identificar visualmente ya que son de color púrpura y no se pueden mezclar con fluidos de éteres de glicol o aceites minerales. No se suele utilizar puesto a que presentan una mayor comprensibilidad a altas temperaturas que los líquidos de éteres de glicol, transmitiendo un tacto pobre o poco firme al presionar el pedal de freno. Este tipo de fluido no daña la pintura de los automóviles.
- Líquido de aceites minerales: proceden de derivados del petróleo y no son higroscópicos, por lo que su punto de ebullición no varía sustancialmente con el tiempo. También se conocen como LHM (Líquido Hidráulico Mineral) y no son compatibles con los líquidos de éteres de glicol o de silicona. Dejaron de utilizarse con la implantación de los sistemas de ABS, puesto que su viscosidad es muy elevada y no permiten el correcto funcionamiento del sistema.
Cada fabricante indica el tipo y especificaciones del líquido de frenos necesario para sus vehículos, por lo general esta indicado en la tapa del recipiente o deposito. La mezcla de líquidos no compatibles o utilización de líquidos incorrectos puede provocar el funcionamiento deficiente del sistema de frenos y su degradación.
Precauciones para el uso y almacenamiento del líquido de frenos
- Utilizar guantes y gafas durante la manipulación del líquido de frenos.
- Evitar el contacto del fluido con las zonas pintadas de la carrocería del vehículo.
- Almacenar el líquido de frenos en el recipiente original.
- Una vez abierto, almacenar en un espacio seco y alejado de fuentes de calor.
- No almacenar el líquido de frenos en otro recipiente, puesto que este último puede haber contenido otra sustancia química.
- Desechar el recipiente una vez que se haya vaciado.
- No reutilizar el líquido que haya sido extraído de otro vehículo.
- Utilizar únicamente líquido nuevo en las operaciones de limpieza del circuito de frenos.
Referencia:
monografias.com
recambiosgaudi.com
kashima.campuseina.com
convertir-unidades.info